Recientemente se ha instalado en la agenda pública argentina la discusión en torno al proyecto de la llamada “Ley Antipiquetes”, una propuesta concreta de control estatal sobre las manifestaciones públicas de protesta presentada por diputados del oficialismo. Desde un punto de vista filosófico, el proyecto presenta tres nudos problemáticos que intentaremos abordar en el presente trabajo. En principio, la distinción que realiza entre manifestaciones legítimas e ilegítimas, develando la necesidad del Estado de asimilar constantemente bajo su lógica a toda expresión política exterior al derecho. En segundo lugar, la limitación del uso de la fuerza en manifestaciones públicas, un elemento que deja de lado el doble carácter (funda y conserva el derecho) de la violencia policial. Finalmente, la idea de colisión entre derechos, haciendo referencia sólo al derecho a circular y a manifestase como si fueran equivalentes.